Mejor precio y antes que al resto del público. Esta es la esencia de la financiación colectiva y la justa recompensa de alguien que patrocina un proyecto sin ver el producto terminado ¿Qué queda de esa esencia?

La financiación colectiva de naipes ha evolucionado mucho en los últimos años. Los que participamos en las primeras campañas de Kickstarter recordamos (con una cierta añoranza a veces) cómo los proyectos se financiaban siguiendo sencillos parámetros. Los patrocinadores hacían aportaciones (mucho más baratas que ahora) para conseguir una baraja interesante a un precio teóricamente más competitivo que su precio de venta posterior y antes de que la baraja estuviera disponible para le resto de la gente (ese es en teoría, el espíritu de la financiación colectiva).

El número de artistas que han ido subiendo al tren de los naipes ha ido aumentando enormemente y hemos podido asistir a una imparable cantidad de trabajos que en KS suele mantenerse en un mínimo de 50 proyectos activos. Cada creador ha incorporado nuevas estrategias de venta para conseguir financiar sus proyectos y esas estrategias han sido imitadas por otros hasta ir conformando ciertas tendencias en el mercado que no está mal pararse y analizar un poco.

Los precios de las barajas han aumentado mucho más que los costes de producción y distribución. Comprar una baraja en KS (porque eso es lo que hacen los patrocinadores finalmente) ya no sale tan rentable, porque los canales de distribución hacen que las barajas compradas por grandes mayoristas resulten después más baratas en tiendas que en las propias campañas. Además, las restricciones impuestas por esos mayoristas obligan en muchas ocasiones a los creadores a enviar primero esas barajas por lo que cualquiera puede encontrar, en muchas ocasiones, la misma baraja, antes que los legítimos patrocinadores del proyecto y más barata incluso (además de poderla comprar con otras barajas en la tienda y disminuir así el cada vez más imposible gasto de envío).

Algunos de estos cambios han originado un perverso ciclo que alimenta a la «bestia». Para mantener esa exclusividad, algunos creadores añaden ediciones limitadas que en la mayoría de los casos son artificialmente engordadas en precio para justificar su exclusividad (aunque al final no dejan de ser una baraja más). Es curioso cómo una edición «limitada y numerada», absolutamente idéntica a la estándar, puede atraer el interés de los patrocinadores. Casos flagrantes como un cambio en el estuche o un simple sello hace que una baraja se venda al doble o el triple del precio de la estándar.

Esta nueva dinámica ha colocado en una posición complicada a muchos artistas con talento que proponen sencillas campañas con una interesante propuesta artística. Hemos asistido a intentos repetidamente fallidos de barajas que no se financian sencillamente porque ofrecen simplemente eso, barajas de calidad con diseños de calidad. Uno de los casos de estudio para mí más curiosso fue la campaña de la baraja Buskers. En su primer intento, ofrecía dos barajas preciosas, Sol y Luna, a un precio razonable (unos 10 dólares más gastos). La campaña no tuvo éxito así que su creador decidió cancelarla y lanzar otra. La nueva campaña era sencillamente idéntica, pero esta vez, una de las dos barajas tendría una impresión de 1000 unidades y llevaría un sello numerado. La baraja limitada no se podía añadir como complemento y además su nuevo precio sería de 13 dólares. La campaña casi duplicó su objetivo de financiación.

És evidente que hay algo en la psicología del patrocinador que no es fácil de entender y para los creadores ya no es suficiente con tener un buen diseño, es necesario captar fans a través de objetos de deseo ultra-limitados. Afortunadamente, hay creadores que entienden que se pueden ofrecer cosas nuevas que sean realmente originales por las que valga la pena pagar un poco más (la reciente edición Black Mass de Lotrek es un buen ejemplo) pero como coleccionista y activo patrocinador de proyectos de financiación colectiva me preocupa un poco el futuro de todo esto que, sin duda acaba estando relacionado con una desagradable especulación en el mercado secundario (que, aun más grave, está alimentada por los propios artistas).

 

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la nueva baraja GRINDERS

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Randy Butterfield (Midnight Card Company), que no necesita demostrar a esta alturas su talento y capacidad creativa, tuvo recientemente que cancelar su campaña para hacer una nueva propuesta más acorde con lo que la audiencia reclama. Así, ha decidido hacer un nuevo lanzamiento incluyendo una nueva baraja limitada que, de acuerdo a lo visto anteriormente, le dará un importante empuje a la campaña.

Ya hablé de la baraja GRINDERS en un artículo anterior. Una baraja de una gran elegancia inspirada en el mundo del juego y con un cuidado y detallado diseño. Ahora, la nueva campaña de GRINDERS está activa y ¡es un auténtico éxito!

 

 

 

La baraja Copper tendrá un estuche que usará papel metálico plata y cobre impreso sobre papel negro.

 

 

La baraja Blue tendrá un estuche que usará papel metálico plata y azul impreso sobre papel negro.

 

 

La gran novedad de esta nueva campaña es una edición limitada de 500 unidades de la exclusiva baraja White Gold. Esta baraja usará papel metálico negro junto con un impresionante papel dorado holográfico. Además, llevará un sello especial numerado e impreso en papel holográfico plateado. La trasera incorporará un barniz ultravioleta. La baraja estará incluída dentro de los diferentes niveles de aportación y no podrá incorporarse como complemento.

 

 

Además, se han creado unas cajas especiales para los lotes de 6 barajas. Barajas y cajas serán impresas por la Legends Playing Card Company y distribuidas por Gambler’s.

 

 

Si todo lo que he comentado al principio de este artículo tienen algún sentido, esta baraja se financiará mucho más rápido y se convertirá en un nuevo y merecido éxito de MidNight Playing Cards.

Espero que disfrutes de las imágenes en alta resolución. Si te gusta, puedes visitar la página del proyecto y hacer tu aportación.

¡Buena suerte!